lunes, 4 de noviembre de 2013

La verdad nos hará libres

Tratándose de relacionar el tipo de pensamiento que se tenga (mítico o racional) con el ser feliz, la clave está en la mentalidad del pensador. En la antigüedad, antes de que Tales de Mileto se empezara a preguntar cuestiones sobre el origen del universo, antes de que hubiera filósofos e incluso antes de que hubiera “sofos”, todo el mundo era feliz con las historias de dioses y héroes que hacían hazañas sobrenaturales y que causaban los sucesos de la vida que esos antiguos observaban; y si había alguien que no se conformaba con ellas e iba mas allá y razonaba, no se tiene constancia de él, pues el primero que hizo un razonamiento (equivocado, pero razonamiento) fue el anteriormente mencionado Tales de Mileto. Si a un científico serio de la actualidad le contáramos que las estaciones del año son así porque Perséfone está más cerca de Hades o de Zeus, pensaría que le estamos tomando el pelo. A quien ha pensado siempre con el pensamiento racional, no se le puede imponer el pensamiento mítico, pues siempre ha estado pensando a través de razonamientos, de los que carece este último. Está demostrado que el saber (el cual está mas relacionado con el pensamiento racional que con el mítico) produce incomodidad. Por tanto, mi conclusión es que el pensamiento mítico produce más felicidad que el pensamiento racional; pero el pensamiento mítico esta equivocado y hay que usar el pensamiento racional porque aunque como se ha demostrado a lo largo de la historia, el saber pueda traer incomodidad, la verdad nos hará libres. 

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