Tratándose
de relacionar el tipo de pensamiento que se tenga (mítico o racional) con el
ser feliz, la clave está en la mentalidad del pensador. En la antigüedad, antes
de que Tales de Mileto se empezara a preguntar cuestiones sobre el origen del
universo, antes de que hubiera filósofos e incluso antes de que hubiera
“sofos”, todo el mundo era feliz con las historias de dioses y héroes que
hacían hazañas sobrenaturales y que causaban los sucesos de la vida que esos
antiguos observaban; y si había alguien que no se conformaba con ellas e iba
mas allá y razonaba, no se tiene constancia de él, pues el primero que hizo un
razonamiento (equivocado, pero razonamiento) fue el anteriormente mencionado Tales
de Mileto. Si a un científico serio de la actualidad le contáramos que las
estaciones del año son así porque Perséfone está más cerca de Hades o de Zeus,
pensaría que le estamos tomando el pelo. A quien ha pensado siempre con el
pensamiento racional, no se le puede imponer el pensamiento mítico, pues
siempre ha estado pensando a través de razonamientos, de los que carece este
último. Está demostrado que el saber (el cual está mas relacionado con el
pensamiento racional que con el mítico) produce incomodidad. Por tanto, mi
conclusión es que el pensamiento mítico produce más felicidad que el
pensamiento racional; pero el pensamiento mítico esta equivocado y hay que usar
el pensamiento racional porque aunque como se ha demostrado a lo largo de la
historia, el saber pueda traer incomodidad, la verdad nos hará libres.
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