En este
artículo voy a hablar de por qué no voy a votar en las elecciones europeas del
próximo domingo. Como debéis saber, el día 25 de mayo habrá unas elecciones
para elegir al representante del parlamento europeo. Desde la aprobación del
tratado de Lisboa, el parlamento europeo tiene más poderes que antes, sobre
todo en cuestiones de agricultura, inmigración y presupuestos de la Unión
Europea. Más poderes implican más responsabilidades, y no veo que los políticos
puedan cumplir estas responsabilidades, pues si ni siquiera son capaces de
cumplir las que tienen en su propio país, no van a poder cumplir esta nueva y
mayor tarea. Ninguna forma de gobierno ha resultado ser exitosa (aunque unas han
tenido más éxito que otras); el egoísmo
del ser humano hace que ni siquiera una forma de gobierno en la que toda la
propiedad sería de todos los ciudadanos, haya tenido éxito en la práctica. No
creo que los políticos estén preparados para esta responsabilidad (aunque
tampoco creo que estén preparados para las responsabilidades que tienen en este
momento). No voto a una ideología ni a otra, simplemente porque creo que ninguna
va a poder, o incluso diría querer, cumplir sus promesas, tal y como llevan
haciendo desde hace mucho tiempo. Si que creo que un voto tenga su importancia,
justo por eso no voy a votar. Si no creo que ninguno de los partidos que se
presentan vaya a hacer algo, lo mejor sería no votar pues para eso existe el
derecho de la abstención de voto.